Divorcio con hijos
Divorcio con hijos. Cada vez se toma más conciencia, afortunadamente, del papel de los niños en esta complicada situación. Ya que cuando se forma una familia, una separación, también afecta y mucho, a los hijos de la pareja, en mayor o menor grado, dependiendo de su edad, de su resiliencia y de las circunstancias que rodean el divorcio.
Hay que mirar también por ellos y seguir unas pautas para que el proceso de un divorcio con hijos, sea lo menos traumático posible. Psicológicamente en niños muy pequeñitos, también afecta mucho. Por ejemplo, en niños de 2 a 6 añitos, podemos ver que pueden acudir a la consulta porque han cogido conductas regresivas, vuelven a hacerse pipí en la cama, vuelven a chuparse el dedo, tienen rabietas muy exageradas, o lloran sin saber por qué. Algunas conductas somatizan después en dolores de estómago, o dolor de cabeza.
En niños más mayores, de 7 a 12 años, suelen tener conductas más agresivas. Los efectos pueden reflejarse incluso en las notas, terminando en muchos casos en fracaso escolar. En los indicios nos podemos dar cuenta, si el profesor/a nos avisa de que está bajando el rendimiento escolar, que no tienen el mismo nivel de atención, que su comportamiento en clase está cambiando… A partir de los 7 años, los niños pueden entrar en el juego de la manipulación de los padres, que empiezan a utilizarlos como mensajeros o espías.
Divorcio con hijos. Pautas
Tenemos que intentar evitar todo esto ya que el daño emocional y psicológico en estos casos, puede ser grave. Hay que tratar de que sufran lo menos posible, y mantenerles al margen de las discusiones de adultos.
Hay que explicarles con sinceridad y en su lenguaje, la verdad de lo que está ocurriendo en casa, avisarles de los cambios que van a vivir.
En terapia de grupo vemos claramente como afecta el divorcio con hijos en los niños en función de su edad. Lo importante es la sinceridad, explicarles de forma sencilla lo que ocurre y mantenerle al margen de las discusiones, no utilizarles nunca como espías o mensajeros. Los niños al final, se sienten culpables y generan ansiedad.
Los padres deben mantener en común el proyecto educativo de los hijos, a todos los niveles y también de su cuidado psicológico y emocional.
Muchas veces es necesario acudir a un profesional que nos ayude a seguir esas pautas que hagan que los niños, no sufran durante el proceso de divorcio, antes, durante y después. A la larga puede acarrear consecuencias importantes en su desarrollo. Para los niños es como pasar un duelo con sus correspondientes etapas, con sus momentos de rabia, de negación, ansiedad y depresión, hasta aceptar el nuevo escenario. En manos de los padres está, que este proceso sea más o menos rápido y menos traumático de lo que debiera. ¿Te ayudamos? +34 664 87 33 45. Ruth Matía