Cómo practicar la gratitud
Cómo practicar la gratitud para sentirnos mejor. La gratitud no es simplemente decir gracias, es uno de los valores más importantes que tenemos y que debemos practicar. Además, nos trae muchísimos beneficios, nos ayuda a sentirnos mejor.
Es una habilidad que se puede entrenar para ir manteniendo el hábito. Empieza por reconocer las cosas buenas que tenemos y que nos pasan en la vida, esas pequeñas cosas que muchas veces, ni percibimos, o no apreciamos lo suficiente, porque nos quedamos solo con lo malo que nos pasa, que es lo que se lleva toda la atención, aunque sean muchas menos cosas negativas, que positivas las que nos ocurren en el día, por lo general. Hay que apreciar y valorar las cosas positivas que nos ocurren, que suelen ser muchas más y sentirnos agradecidos-as por ellas.
El cerebro no distingue lo real de lo imaginario en cierta forma, cuando pensamos por ejemplo en cosas positivas, incluso es igual que hayan sucedido o no, porque al pensar en ellas, liberamos dopamina de la misma manera que si hubieran ocurrido. La dopamina nos proporciona una sensación de placer y bienestar. Si reconocemos y recordamos al final del día todas las cosas buenas que nos van ocurriendo, solo por recordarlas tendremos un nivel más elevado de dopamina y, por lo tanto, de emociones positivas.
Las personas que saben cómo practicar la gratitud, ya sea en las pequeñas cosas o de forma más espiritual, se sienten más satisfechas con sus vidas, son más optimistas y vitales. Han aprendido en desviar el foco de atención de lo negativo, a lo positivo. Así empiezas a conectar con lo positivo, reduciendo el estrés, la ansiedad y mejorando la salud mental, pero también física, vives más relajado/a, descansas mejor, te haces más resiliente, mejoras tus relaciones sociales…
Cómo practicar la gratitud. Ejercicios
Un ejercicio para desarrollar esta capacidad, que yo practico casi todas las noches y me funciona muy bien, es fijarnos en los pequeños logros del día, en algo nuevo que hayas aprendido o leído, una frase, en el progreso de otra persona que has visto.
A veces relacionamos la felicidad o el bienestar con las grandes cosas o con los grandes acontecimientos que a lo mejor todos nos pasamos media vida esperando. Pero la felicidad está en las pequeñas cosas cotidianas, en los detalles.
A veces, por la situación que vivimos, no valoramos lo suficiente esos detalles. Si además se suman problemas económicos derivados de esta crisis sanitaria, problemas familiares, duelos … resulta muy complicado practicar la gratitud. En el centro de Psicología Matía, trabajamos mucho el focalizarse en lo positivo y en lo que tenemos, en lo que recibimos y no lo en lo negativo, o en lo que hemos perdido. Aunque por determinadas circunstancias de la vida, haya momentos en los que desgraciadamente, eso no se pueda controlar. Pero por lo general, somos capaces de practicarlo la mayor parte del tiempo, si lo entrenamos bien.
Leí hace poco una buena metáfora, que hablaba de estar en una cueva donde a veces entra un pequeño destello de luz, que, aunque pequeño, gracias a él, ya no estás a oscuras, te deja ver un poquito, pero si, además, en esa cueva, cavas y abres un pequeño agujero, ya entra un rayo de luz un poco mayor y ves mucho mejor. Quiere decir que si trabajas esos pequeños destellos de luz en tu vida, puedes convertirlos en rayos de luz que iluminarán mucho mejor.
Aún estamos en pandemia y hay muchas personas que están luchando hasta por respirar, nosotros nos centramos en lo que nos falta, en lo que no tenemos, en lo que no podemos hacer. Pero no nos damos cuenta muchas veces, de la suerte que tenemos.
Para ayudarnos a en el aprendizaje de cómo practicar la gratitud y sentirnos mejor, recomiendo llevar un diario o hacer una lista diaria, donde ir apuntando como mínimo tres cosas positivas que nos hayan sucedido en el día, por las que sentirse agradecido/a, pequeñas cosas, detalles, pequeños placeres que te hayan ayudado a sentirte un poco más feliz: un gesto, una sonrisa, una frase, una comida… Escribirlo por las noches antes de dormir, tiene efectos inmediatos en nuestros pensamientos, conciliamos mejor el sueño, en definitiva, nos sentimos mejor.
Es muy importante ayudar a los niños a practicar estos ejercicios desde pequeños, a modo prevención, para que aprendan cuanto antes a gestionar sus emociones. ¿Te ayudamos? +34 664 87 33 45. Ruth Matía