Ejercicios para controlar los pensamientos
Ejercicios para controlar los pensamientos. Hay personas que tienen pensamientos constantes negativos y no saben cómo controlarlos, pero para todo hay técnicas y estrategias.
Hay que observar cuáles de nuestros pensamientos, se nos repiten y nos afectan. Nos basamos en que todo pensamiento genera una emoción, por lo tanto, si controlamos lo que pensamos, tendremos control sobre lo que sentimos.
Podemos distinguir dos tipos de situaciones, unas que están bajo nuestro control y otras que no. Podemos enfocarnos en las que están bajo nuestro control, porque no tiene sentido pensar en lo que no está en nuestras manos.
La mayoría de los pensamientos negativos que tenemos, son influenciados por nuestra imaginación, o sugestionados por cosas que todavía no han ocurrido y puede que nunca sucedan.
A veces al analizar esos pensamientos negativos, vemos que están distorsionados por esas creencias que desde pequeños nos han ido inculcando, son más difíciles de controlar por la tendencia que hemos tenido hacia ellos durante tanto tiempo, debido a la educación que nos han dado. A veces por esa sobreprotección, tenemos una visión catastrófica de las cosas, o también podemos estar influenciados por una baja autoestima que nosotros mismos alimentamos autolimitándonos, o autoetiquetándonos de forma negativa. A veces son etiquetas que los demás nos han puesto y nosotros las hemos interiorizado tanto, que nos las hemos creído. El caso es que, sin querer, nosotros mismos provocamos esos pensamientos con los que obtenemos emociones negativas.
A veces todos tenemos esa bolita de cristal negra, como yo la llamo, por la que tendemos a anticiparnos al futuro y cuando lo hacemos, además, es con una visión catastrófica del futuro.
Anticiparnos a ese futuro, pensamientos del tipo: ” si voy a la calle y pasa algo y si el niño va al parque y se cae y si en este me equivoco y si me sale mal…” siempre viendo el lado negativo de todo, sobre cosas que ni siquiera han ocurrido todavía.
Hay que pensar, qué evidencias tengo de que vaya a suceder eso, qué porcentaje puede existir, ¿cómo mucho un 50%? ¿y por qué no pensamos un poco más en ese otro 50% que es positivo?
Realmente los pensamientos negativos de futuro no se basan en nada, ahí es cuando es necesario parar y poner en marcha estrategias para bloquear estos pensamientos.
La cuestión es que nuestra mente, no sabe distinguir cuales de esos pensamientos nuestros, son reales o ficticios. Sean o no verdaderos, si el pensamiento es negativo, nos generará una emoción negativa, y si es positivo, nos generará una emoción positiva, aunque no sea un pensamiento verdadero, ni presente.
Existe otro tipo de pensamiento, muy relacionado con esa anticipación en el futuro, que yo lo llamo “filtro negativo” imagínate un embudo sobre una taza; en ese embudo, hay tanto cosas positivas como negativas, pero tú solo filtras por ese embudo lo negativo, por lo que en la taza solo encontraremos las cosas negativas.
Es como cuando nos están contando cómo ha ido el fin de semana, “pues nos marchamos a la playa y fíjate, empezó a llover y se nos quemó la parrilla…” pero no estás contando que has estado en familia, que os habéis juntado todos, que has disfrutado de un día de la playa, aunque no os hayáis bañado. Hay mucha gente que solo filtra lo negativo de todo.
Ejercicios para controlar los pensamientos
Para ser más conscientes de todo esto, propongo elegir tres personas de nuestro círculo, las más fuertes mentalmente, las más positivas. Y a otras tres que consideremos las más débiles mentalmente, o negativas. Para contarles algo, puede ser inventado, por ejemplo, que un conocido se ha quedado en el paro.
Observaremos como las personas mentalmente más fuertes o positivas, te preguntan el tiempo que tiene de paro, si su mujer trabaja, es decir, te están aportando soluciones, consciente o inconscientemente. Pero las personas negativas lo único que harán, será lamentarse de la situación, hablando de los hijos y de la desgracia que supone, haciéndolo más catastrófico. Con el experimento te darás cuenta claramente, cómo funciona una mente negativa enfocándose en lo pesimista, acentuando los problemas y cuánto afectará lo ocurrido y también en cómo funciona una mente positiva; con un enfoque hacia las cosas buenas, o hacia las soluciones y las esperanzas.
Otro tipo de pensamiento que es el de los polos, como digo yo. Esos extremos del “todo me sale mal” o “no hago nada bien”. Pero en el fondo sabemos todos, que no todo es blanco o negro, ni todo lo hacemos mal, ni todo lo hacemos bien, ni tampoco todos los días son malos, ni siquiera en los días malos, todo lo que nos ha pasado, ha sido malo. Hay que intentar equilibrar un poco hacia ese término medio, evitando los extremos.
También hay muchas situaciones de la vida cotidiana que se magnifican, igual que los pensamientos que estamos todo el día dando vueltas, los magnificas, los conviertes en obsesión. Si estás todo el día dándole vueltas a un problema, lo magnificas tanto, que un grano de arena se convierte en una montaña.
Otro error muy frecuente es la costumbre de creer adivinar el pensamiento del otro, creemos que tenemos un poder común que nos permite saber lo que están pensando los demás, y esto genera un miedo al rechazo, una excesiva necesidad de aprobación que mucha gente tiene. Se manifiesta de muchas formas, como por ejemplo a la hora de hablar en público, en el trabajo o a la hora de relacionarnos, a la hora de actuar, saber decir que no, porque estamos pensando si digo que “no” el otro va a pensar… Pero en realidad, casi nunca acertamos en adivinar lo que el otro piensa y nos basamos solo en nuestras propias suposiciones, no sabremos lo que piensa, hasta que la otra persona nos lo diga.
Otro ejercicio, por ejemplo, si te has quedado con tres de las explicaciones de los pensamientos, intenta identificarte en la pareja o los amigos cuando hablas, es decir pues estás con una amiga y te está contando algo que ha ocurrido el fin de semana; analiza si está filtrando solo lo negativo. Veremos que es fácil identificar esta clase de mentalidades y pensamientos en los demás, pero mucho más difícil identificarlos en nosotros mismos.
Hay otro error de pensamiento muy típico, que es el de generalizar. Como cuando han sucedido dos situaciones iguales, a veces incluso una y ya piensas que la siguiente va a tener el mismo desenlace. La típica frase de cuando se termina una relación “todos o todas son iguales”, es un error. Todas las personas somos muy diferentes, no hay que generalizar y todas las situaciones similares, pueden tener desenlaces diferentes.
En la vida no es todo de color de rosa, pero buscar el lado positivo de las cosas, nos puede ayudar mucho, no te fijes tanto en la carencia, en las cosas que te faltan y sí en las que tienes y de las que puedes disfrutar.
Anticiparse al futuro no te va a permitir disfrutar del presente que al fin y al cabo es lo que importa, vivir del pasado es depresión y del futuro es ansiedad. Vive el ahora, el presente es lo que importa, disfruta del momento actual.
¿Te ayudamos? +34 664 87 33 45. Ruth Matía.