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Tag - psicologia y adolescencia

Ruth Fernandez Matia - Doctoralia.es

Características psicológicas de la adolescencia

Características psicológicas de la adolescencia. Es muy común pensar que los adolescentes están siempre enfadados, porque se revelan contra las normas y los horarios impuestos, etc.. El adolescente sufre muchos cambios hormonalmente y fisiológicamente, algo así como una explosión química por lo que es lógico que se sientan más irritables, alterados, porque todo esto forma parte de su desarrollo, la rebeldía, los cambios... Están intentando adaptarse a un mundo adulto. No es algo que ocurra de pronto de un día para otro, es más bien progresivo.

La sobreprotección no es buena ni en la infancia ni en la adolescencia, porque lo que hacemos con ello es criar personas muy dependientes de nosotros y eso tiene muchas consecuencias negativas presentes y futuras. Hay que mantener la autoridad y la disciplina, pero siempre con flexibilidad. Porque con ese equilibrio es como se desarrollan mentalmente sanos, con cariño y respeto. Hay que protegerles, pero también hay que permitir que se equivoquen, porque experimentar los fracasos les hará aprender mucho más que de sus éxitos, para eso es necesario algo de libertad, para que ellos mismos puedan experimentar, siempre dentro de los límites que nosotros hayamos marcado previamente, así aprenderán también, a tomar sus propias decisiones y a ser un poco más autónomos.

Es muy importante marcar esos límites que no se basen en imponer a gritos normas porque sí, sino más bien razonar esas normas y siempre predicando con el ejemplo, que es de lo que más se aprende. No hay que dejar de lado nunca la comunicación. A una persona solo le llega un 7% de lo que se le dice, para transmitir un mensaje correctamente, hay que acompañarlo de lenguaje no verbal, para que el mensaje le llegue y lo aplique. Y sobre todo, del ejemplo. No se le puede decir a un niño que no grite si nosotros estamos gritando continuamente, o a un adolescente que no fume si en casa fuman todos.

Si educas a un niño en una jerarquía de autoridad en la que tú estás por encima de él es lo correcto. El problema es cuando algunos padres intentan ser el amigo/a de su hijo/a, colocándose en el mismo nivel, consiguiendo que no respete ni cumpla las normas cuando se las quieras imponer, porque ya será tarde, te verá como un igual, un amigo y un amigo no dicta normas.

Los límites, las normas y la jerarquía, hay que imponerlos ya desde pequeños, desde el cariño y el respeto, con empatía poniéndonos en lugar del niño/a. Cuando todo esto no se trabaja a tiempo y el adolescente ha crecido sin estos límites, es necesario acudir a un profesional.

Es bueno comunicarse y negociar, sin perder nuestro puesto en la jerarquía. El adolescente tiene que sentir que se le apoya y que las normas son por su bien, explicarle los motivos. Y no dejarle ganar fácilmente o aprenderá a manipularte. Por ejemplo, si se niega a llegar a casa a las doce argumentando sus motivos y pide llegar a las doce y media, dile que debe llegar a las doce y veinte. Habrás cedido algo, has sido flexible, pero habrás dicho la última palabra, para que entienda que son los padres los que deciden y no ellos.

Es importante premiar los esfuerzos y la buena conducta y hay muchos tipos de recompensa, no acostumbremos a los niños a que el dinero es el mejor premio, hay muchas más cosas, por ejemplo, llevarle a algún sitio que le guste, dejarle comer su plato favorito, dejarle volver media hora más tarde... También valorar el esfuerzo, por ejemplo, es muy frecuente bajas las notas en estas edades, tenemos que apoyarlos al máximo en esto, pero sin olvidar el esfuerzo. Según el niño y el caso, en ocasiones un aprobado requiere mucho más esfuerzo que un sobresaliente. Y sobre todo decirle las cosas que vemos que hacen bien, para demostrarles que no solo nos fijamos en lo negativo o en los pequeños errores. Si por ejemplo ha hecho la cama, no comentarle las arruguitas que ha dejado en la sábana, porque conseguiremos que sienta que no hace nada bien y no lo intente de nuevo. Lo importante es que ha hecho la cama, si le felicitamos serás más fácil que lo repita cada día y poco a poco ya lo irá haciendo mejor, con la práctica. Es algo que se puede aplicar en todos los aspectos de la vida, siempre el apoyo y la motivación positiva, funcionará mucho mejor que la crítica y el castigo.

Características psicológicas de la adolescencia. Conclusiones



La adolescencia es un tema muy complejo. Y son muchos los casos en los que los papás no saben cómo enfrentarse a determinados problemas. La teoría muchas veces la conocemos, pero lo difícil está en saber manejar las estrategias adecuadas para llevarlo a la práctica.

Insistimos en esos casos en predicar con el ejemplo, no podemos pedirles que ordenen su habitación si tenemos la casa hecha un desastre.

También hay que comprenderles poniéndonos en su lugar, normalmente los adolescentes tienen muchos complejos y sienten como si estuvieran solos en todas esas emociones nuevas, en los primeros enamoramientos, por ejemplo. No hay que luchar contra ellos, son procesos normales de su desarrollo.

Hay que intentar pasar tiempo de calidad con ellos, haciendo cosas que les guste, ir a pasear, montar en bici y aprovechar esos momentos para la comunicación.

Intentemos también comunicarnos con ellos con preguntas directas, no les preguntemos qué tal en clase porque seguramente no obtendremos mucha información, funcionará mejor si le preguntamos ¿cómo te ha salido el examen? ¿qué parece el nuevo profesor?

Cuando no hay más remedio que imponer un castigo, es importante que sea inmediato, por ejemplo, si le castigas por algo que ha hecho un miércoles, no le castigues ese sábado sin salir, castígale sin su rato de ver televisión o sin video juego ese mismo día. Los niños y adolescentes viven esencialmente en el presente. Es un buen castigo el imponerle una tarea a realizar, para que vaya adquiriendo responsabilidades.

¿Te ayudamos? +34 664 87 33 45. Ruth Matía.
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